Los suelos de las casas a veces parecen ser los más vapuleados, no solo porque dependiendo del tipo de suelo que tengas parece “más limpio o sucio” sino porque sobre ellos cae todo. Podríamos decir que nuestro suelo sí que sabe lo que significa la fuerza de la gravedad.
En Manzano queremos hacer esta tarea más fácil para que puedas mantener tus suelos más limpios y sin tanto esfuerzo, por ese motivo vamos a recomendar diferentes limpiadores para cada tipo de suelo, así los podrás limpiar adecuadamente.
Suelos cerámicos:
Los suelos cerámicos, son de fácil mantenimiento ya que son resistentes a la abrasión y aceptan cualquier tipo de limpieza. Como todo lo bueno tiene un detalle, el más difícil para los cerámicos son las uniones. Estas es recomendables blanquearlas una vez al año, ya que, de lo contrario, con el tiempo por más que limpies el suelo, la unión con acumulación de suciedad, no los dejara ver tan limpios como realmente están.
Pasos para su limpieza:
- Barrer o aspirar toda la superficie del suelo: para eliminar la suciedad y el polvo que están en las baldosas.
- Fregar: usa una mopa o un paño, junto con agua y un limpiador para baldosas Tremex 900 cc Lavanda o Hipoclorito al 5% en un balde siguiendo las instrucciones de dosificación. En este paso también puedes utilizar las toallas desechables húmedas Virutex para suelos cerámicos (con esta opción no apliques el paso 4).
- Frotar: solo en los casos en los que veas que haya suciedad incrustada tienes que frotar con un cepillo para eliminarla con el producto antes mencionado.
- Enjuagar: para eliminar los restos de suciedad tenemos que enjuagar el suelo con agua y mopa.
- Sacar brillo: para esto tienes que emplear una mopa o trapo seco sobre toda la superficie.
- Bonus: Saca brillo al suelo con limpia vidrios Tremex 500 CC.: Si quieres conseguir que tus baldosas brillen como el primer día usa un poco de limpiacristales. Con un pulverizador y un trapo de algodón frota toda la superficie del suelo para que queden relucientes. Es aconsejable que seques con un papel o trapo el suelo porque a veces los limpia cristales pueden dejar algún tipo de cerco o mancha cuando se secan.
Suelos de madera:
Los suelos de madera y sus derivados son los más delicados a la hora del mantenimiento y la limpieza. Debido a su alta capacidad de absorción, la humedad es la peor enemiga del parquet y los suelos laminados. Por eso a la hora de fregar cuando hay que tener un especial cuidado. Para fregar un suelo de madera y derivados, conviene utilizar siempre un producto específico para este tipo de superficies, ya que un jabón cualquiera podría estropearlas.
Pasos para su limpieza:
- Aspirar o pasar una mopa por toda la superficie del suelo: para eliminar la suciedad y el polvo.
- Lavar: Aplicar primero un limpiador potente específico para suelos de madera (o parqué). Algunos fabricantes los llaman “decapantes” y son también aptos para suelos laminados. Son capaces de eliminar restos de otros productos (como abrillantadores) y las suciedades más difíciles, excepto ceras tradicionales. Además, permiten que el protector se adhiera mejor.
- Protección: Posteriormente y una vez esté seco el suelo, se aplica un protector (o protector-abrillantador) específico para suelos de madera (o parqué). Estos productos se aplican puros con una mopa humedecida, no hace falta frotar: solo esperar a que seque.
- Mantenimiento: Como mantenimiento (limpieza frecuente), utiliza un limpiador de uso diario específico para suelos de madera (o parqué). Los productos limpiadores facilitan la limpieza: no requieren aclarado. También ayudan a conservar el aspecto original (color y brillo) del suelo. Por ello pueden utilizarse tanto en suelos con brillo, como en suelos mate.
En caso que prefieras suelos encerados, ten en cuenta que la cera solo se puede aplicar en suelos vírgenes o previamente encerados. Si el suelo está barnizado, el barniz impide que la cera penetre en la madera. El mantenimiento de los suelos encerados es más laborioso, ya que requiere abrillantar entre capas. Los suelos encerados no admiten la utilización de productos abrillantadores ni limpiadores, por lo tanto, se limpian con una mopa seca. Ten en consideración que, para quitar la cera de un suelo, hay que emplear disolventes específicos para ceras (quita ceras). Los decapantes para suelos barnizados son al agua y no la remueven.
Suelos laminados:
Estos suelos, cada vez más frecuentes, imitan a la perfección los distintos tipos de madera. A diferencia de los de madera maciza o multicapa, no requieren la aplicación de barnices.
Pasos para su limpieza:
1.Aspirar o pasar una mopa por toda la superficie del suelo: para eliminar la suciedad y el polvo.
- Lavar: Aplicar primero un limpiador potente (también llamado “decapante”) para suelos de madera y laminados.
- Protección: En segundo lugar, aplicar un protector específico para suelos laminados. Estos productos conforman una fina capa que ofrece una protección extra en toda la superficie, de esta forma refuerzan la capa protectora de material plástico que ya traen los suelos laminados, evitando abrasiones, manchas, arañazos. También protegen las juntas. Así, si se derrama un líquido accidentalmente, se evitará que penetre rápidamente provocando que la lama se hinche o se levante el suelo.
- Mantención: Como mantenimiento (limpieza frecuente), se recomienda pasar una mopa húmeda con un limpiador de uso diario específico para suelos laminados.
Suelos de mármol:
El mármol es un material que ha sido muy utilizado desde siempre en la decoración de los hogares por su estética y enorme resistencia. También hay que tener en cuenta que al ser un material muy poroso, se ensucia con mucha frecuencia y pierde brillo. Por eso, es tan importante mantenerlo siempre limpio y tener unos cuidados especiales a la hora de preservarlo. Como en los suelos de cerámica también hay que hacerles una mantención a las uniones, con un cepillo de dientes que esté viejo, un poco de agua caliente y un gel o detergente neutro. Verás como pronto toda la suciedad termina por salir.
Pasos para su limpieza:
1.Aspirar o pasar una mopa por toda la superficie del suelo: para eliminar la suciedad y el polvo.
2.Lavar: Debes saber que el mármol es un material muy poroso y como tal, no debemos emplear nunca un producto abrasivo. En este caso, productos como la lejía están prohibidos. En cambio, debes optar por productos especializados según el tipo de mármol que tengas en el suelo. Debes saber que debemos evitar la humedad en este material porque es muy perjudicial. Por eso, conviene hacer lo siguiente: cada vez que lo friegues, debes pasar la mopa o un trapo para retirar la humedad. Así lo conservarás con brillo más tiempo.
3.Protección: Conviene aplicar también una capa de cera una vez al mes sobre el suelo de mármol. Este paso ayuda a mantener el brillo del suelo y a evitar que las manchas sean absorbidas por el material.
4.Mantenimiento: Para su mantención podrás fregar con agua y productos especiales para este tipo de suelos.
Suelos de vinilo:
Lo más importante a la hora de limpiar un suelo de vinilo es utilizar un producto que no sea agresivo o abrasivo con el material. Descarta las opciones como la lejía o el amoniaco; ya que devastan el acabado del material. Lo adecuado es utilizar un producto especial para limpiar suelos de vinilo o fregar con agua tibia y un jabón o detergente cuyo PH sea neutro.
1.Aspirar o pasar una mopa por toda la superficie del suelo: para eliminar la suciedad y el polvo.
- Lavar: puedes realizar un fregado con agua tibia y jabón neutro o (producto especializado en este tipo de suelo). El fregado debe hacerse con una mopa bien escurrida, tratando de aplicar la mínima cantidad posible de agua sobre el suelo; pero asegurándonos de que eliminamos cualquier mancha que haya podido aparecer.
- Protección: En segundo lugar, aplicar un protector específico para suelos laminados. Estos productos conforman una fina capa que ofrece una protección extra en toda la superficie, de esta forma refuerzan la capa protectora de material plástico que ya traen los suelos laminados, evitando abrasiones, manchas, arañazos. También protegen las juntas. Así, si se derrama un líquido accidentalmente, se evitará que penetre rápidamente provocando que la lama se hinche o se levante el suelo.
- Mantención: Como mantenimiento (limpieza frecuente), se recomienda pasar una mopa húmeda con un limpiador de uso diario específico para este tipo de suelo.
También te recomendamos tener un zapatero en la entrada de tu hogar para dejar tus zapatos al entrar. Este hábito es muy bueno ya que evitas desparramar la suciedad de la calle de la suela de tus zapatos por tu hogar, disminuyendo así, tu tarea de limpieza.
